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Por eso es importante saber cuáles son los “sí” y los “no” que deben estar presente en los productos que utilizamos en nuestro pelo.
En este artículo te estaremos hablando de uno de los mayores “NO” a la hora de escoger o usar un producto en nuestra melena. Estamos hablándote del sulfato, este es uno de los mayores enemigos de tu pelo. Antes de seguir hablándote de por qué es malo para tu pelo, déjanos contarte un poco de donde viene, así que toma nota, porque puede ser que veamos un poco de química por acá.
El nombre sulfato proviene del latín suplir, qué significa azufre. Se trata de sales y compuestos orgánicos derivados del ácido sulfúrico. Su estructura es la de un átomo de azufre rodeado de cuatro átomos de oxígeno. Es un elemento común en la naturaleza, con múltiples propiedades y aplicaciones. Su utilidad depende del metal con el que se encuentra aliado.
Su uso es muy variante, ya que depende de con qué metal lo unan. Podemos encontrarlos en la fabricación de vidrios, papel y cartón. También lo encontramos en los procesos de elaboración de alimentos y bebidas, ya que este acentúa los sabores y sinergia de todos los compuestos.
Los sulfatos también hacen presencia en los productos de limpieza, ya que estos cortan la grasa, son baratos y producen mucha espuma. Por si mismo no son peligrosos ni tóxicos, todos los hemos usado o los usamos en algún momento.
Ya vimos que el sulfato dice presente en nuestro día a día. En productos alimenticios, de limpieza y por supuesto en el mundo de la cosmética, como los champús de los que hoy hablamos.
El problema de usar un champú que contenga sulfato es que su acción limpiadora es muy fuerte y deja muy reseco el cabello y el cuero cabelludo ya que también elimina sus aceites naturales.
Si te lavas el pelo con un champú que contenga sulfato, es casi igual a lavarte el pelo con el detergente de lavar los platos ¿Te imaginas? Sí, dejará tu pelo limpio, pero arrastrará con el sucio todos los aceites de la fibra capilar, por tanto se llevará gran parte de la hidratación que tanto nos cuesta conseguir, dejando así nuestro pelo duro y tosco como un estropajo, ¡espantoso!
Podemos identificar los champús que contienen sulfato, buscando en el listado de ingredientes cosméticos, componentes con los siguientes nombres: Sodium xylene-sulfonate, sodium polystyrene-sulfate, sodium myreth-sulfate, sodium polystyrene sulphate. Aunque los más comunes suelen ser el sodium lauryl sulphate (SLS) y el sodium laureth sulphate (SLES).
No te conformes con ver en la etiqueta “libre de sulfatos”, busca en la lista de ingredientes cosméticos y ¡Evita a toda costa productos con al menos uno de estos ingredientes!
Muchas personas creen que los champús que no contienen sulfato dejan nuestro pelo sucio, ya que no arranca toda la grasa presente. Más bien hay marcas que ofrecen champús naturales que no contienen sulfatos, sino otros agentes detergentes algo más caros pero naturales y delicados, suaves y ligeros, estos hacen menos espuma pero siguen siendo efectivos. Entre otros beneficios están:
Utilizar este tipo de productos te ayudará a cuidar tu cabello mejor.