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La manera en la que comenzamos el día influye mucho en cómo vivimos y nos sentimos a lo largo del mismo. Empezar el día con energía es sumamente beneficioso, puesto que te ayudará a lograr tus objetivos llena de vitalidad y fuerza.
Esto tiene una explicación neurológica: el cerebro se encuentra más susceptible a los estímulos del entorno en los primeros 20-30 minutos de la mañana. La información que recibas en dichos minutos influirá grandemente en tu percepción, ánimo y actitud para el resto del día.
Es sumamente importante crear una rutina matutina que te permita organizarte, satisfacer tus necesidades y recargar las pilas para ese día maravilloso que estás por tener.
Estos hábitos matutinos para empezar el día con energía que veremos en este artículo son solo algunos de los que puedes incluir en tu rutina. Son hábitos comprobados que pueden aumentar el nivel de felicidad y entusiasmo de quien los practica.
Sí, desde que suene la alarma… ¡párate y comienza el día! Aun hayas tenido pocas horas de sueño, presionar el botón de posponer (o snooze) no te hará un favor para empezar el día con energía. De hecho, todo lo contrario.
Cada cuerpo humano tiene un ritmo: hay quienes funcionan mejor de día, otros funcionan mejor de noche. A esto se le conoce como el Ciclo o Ritmo Circadiano o, en términos populares, como el reloj biológico (en pocas palabras, lo que determina tus horas de mayor y menor energía, atención, funcionamiento del cuerpo, etc.).
Si bien muchos factores influyen en el reloj biológico de una persona, el ritmo de sueño es uno de los principales. No solamente tenemos un ritmo biológico en general, también el sueño en sí mismo tiene uno. Dicen los expertos que una buena noche se compone de cinco a seis ciclos de sueño. Cada uno de estos dura aproximadamente noventa minutos u hora y media.
El problema con presionar el botón de posponer la alarma es que, al quedarte allí durmiendo, tu cuerpo inicia otro ciclo de sueño más. Y este, en vez de durar noventa minutos, dura diez. Eso explica el cansancio intrínseco a despertar luego de que suene la alarma.
De hecho, lo recomendable es que organices tu sueño en bloques de a noventa minutos. Por ejemplo, si te duermes a las 10:45pm, despiertas a las 6:30am. Si te duermes a las 12:00am, te despiertas a las 7:30am. En este reloj puedes calcular tus horas de sueño.
Así pues, el primero de los hábitos matutinos para empezar tu día con energía realmente inicia en la noche anterior: durmiendo bien. Una buena noche de sueño te hará más fácil despertarte cuando suene la alarma.
¿Quieres otro tip matutino? Aquí te va: ¡deja que el sol brille! Abre tus ventanas, sal unos minutos. La luz del sol le comunicará a tu cuerpo que ya amaneció y activará tus motores.
Si tienes alguna patología con el sueño, consulta a tu médico.
Dinos la verdad, ¿tomas agua por la mañana?
Te diremos por qué esto es importante: mientras duermes tu boca acumula saliva, la cual sirve para la digestión. Por otro lado, tu estómago e intestinos se encuentran en ayuno.
Tomar agua antes de cepillarte hará que dicha saliva (con las enzimas que le componen) entre a tu cuerpo, lo cual ayudará a limpiarte por dentro, si no también a una mejor digestión (y evitar o disminuir la gastritis).
Toma dos vasos de agua desde que despiertas ¡y cuéntanos cómo te va!
En nuestro artículo 5 hábitos para mejorar tu calidad de vida hablamos de los beneficios de la meditación. Allí decimos que “meditar no se limita exclusivamente a la práctica del yoga, es más bien un estado mental de profunda reflexión y concientización de lo que acontece, tanto dentro como fuera de nuestro cuerpo. También, un estado de interiorización de una o varias ideas”.
Más allá de una práctica religiosa, este hábito consiste en parar unos minutos y reflexionar sobre lo verdaderamente afortunada que eres de tener un día más de vida, tener un techo, tener una serie de servicios que disfrutas, tener a tus familiares vivos y/o cerca, tener un trabajo o cualquier otra cosa. Por el contrario, también puedes aprovechar para agradecer por las cosas que ya no están pero que estuvieron: las mismas te fueron dadas por un lapso de tiempo que, a pesar de que duela el ya no estar, fueron un regalo divino. Y, en respeto de tu fe o convicción religiosa, pedirle a Dios que supla tus necesidades espirituales, afectivas y/o materiales.
Practicar la meditación y la gratitud al inicio del día, es uno de nuestros los hábitos matutinos para empezar el día preferidos. Al final se trata de sacar tiempo para ti, para afilar la sierra y organizar el día, lo cual nos lleva al siguiente hábito:
Como hablábamos anterior mente, el cuerpo es susceptible a los primeros estímulos e informaciones que recibe en los primeros momentos del día. ¿Qué tal si somos intencionales en generar estímulos positivos y energizantes en la primera hora del día?
Algo que hacen algunos líderes y expertos en productividad es dividir dicha primera hora del día en tres bloques de veinte minutos: el primer bloque para escuchar un contenido rico o leer, el segundo bloque para planificar el día (si no eres de quienes lo planifican la noche anterior) y el tercer bloque para hacer ejercicio.
No debes organizarte tal cual así, pero sí crear una rutina matutina que contenga los elementos que debes o necesitas cubrir para arrancar el día con ánimo, fuerza, esperanza y claridad.
El autor Stephen Covey, en su famoso libro Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva dice que, aprovechar esta primera hora del día, es una victoria personal. Es decir, tu primera victoria del día es qué haces esos primeros sesenta minutos.
Por último, pero no menos importante, para empezar tu día con energía… ¡desayuna!
En sentido general, el cuerpo tiene dos estados: ayunado (fasted) o alimentado (fed). Si bien estar en un estado de ayuno es sumamente beneficioso para el cuerpo, alimentarte es una función elemental de la vida y el cuerpo de todo ser viviente.
Énfasis en algo: dijimos alimentarte, no llenar tu estómago por llenarlo. Como probablemente ya sabes, existen cinco tipos de nutrientes: carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Cada uno de estos son imprescindibles para el funcionamiento saludable del cuerpo y la mente.
Asimismo, cada cuerpo es distinto y requiere dichos nutrientes en diferentes cantidades. Tu alimentación va a depender de tu edad, peso, actividad física, cultura, si tienes alguna enfermedad o condición, entre otras cosas. Si no sabes cuál es la dieta que más te conviene, te invitamos a ir a donde un experto en la materia (preferiblemente un nutricionista) que te ayude a determinar las cantidades y los alimentos que necesitas comer para tu salud y vitalidad.
¿Quieres empezar tu día con energía? Aplica estos hábitos matutinos al empezar el día.
Recuerda que no se trata de una tarea de un solo día. Potenciar tu belleza interior, más que una actividad, es un estilo de vida.
Dormir bien, lanzarte de la cama con la alarma, tomar agua, meditar, dar gracias, aprovechar la primera hora del día, escuchar un contenido rico, ejercitarte, planificar el día y desayunar son solo algunos de los hábitos que puedes crear como parte de tu estilo de vida.
Como te decíamos anteriormente: organiza y adapta tus mañanas a lo que más te funcione. Se trata de crear esa primera victoria diaria.
Dinos algo… ¿Se nos quedó algún hábito? ¡Te escuchamos!