¿Necesitas ayuda o más información? info@maka.com.do | 829-806-2083

De alguna manera, todo en nuestro cuerpo está conectado. Somos un sistema increíble y engranado que se comunica de alguna forma. Por eso, cuando sentimos estrés podríamos ver cómo se brota nuestra cara, o cuando estamos tristes sentimos dolor de estómago. Es precisamente por eso: ¡nuestro cuerpo se comunica!
Y con el cabello no es la excepción. En realidad, es mucho más común de lo que pensamos, pero no nos damos cuenta de que esa caída del cabello o esa resequedad podría relacionarse con algo más que está pasándole a nuestro cuerpo o nuestras emociones.
Entonces… ¿Mis emociones afectan a mi cabello?
Como te imaginarás, la respuesta es clara: ¡sí!
Sabemos que la vida puede llegar a estar llena de altos y bajos, de momentos complicados y de situaciones que no nos permiten sentir completamente tranquilas.
Todas estas situaciones de nuestra vida pueden hacernos sentir ansiedad, estrés o tristeza. Cuando sentimos esto, indirectamente podemos afectar a nuestro cabello, entonces…
¿De qué manera podrían afectar mis emociones a mi cabello?
Primero, el estrés. Sí, ya hemos visto en diferentes artículos cómo puede tener un gran impacto en nosotras. En el caso del cabello, el estrés por haber sufrido una pérdida, el exceso de trabajo, los problemas económicos o situaciones difíciles con la crianza (por mencionar algunos casos) puede terminar convirtiéndose en un desbalance hormonal.
Este desbalance hormonal afecta a nuestro cabello y hace que se caiga. Por eso, en períodos de mucho estrés podríamos llegar a ver que perdemos más cabello de lo normal, o incluso comenzar a perderlo.
¿Y qué pasa si siento ansiedad? ¿También se me cae el cabello? La ansiedad no es lo que causa directamente la caída del cabello, pero lo que sí podría causarlo es el estrés que genera estar en ciertas situaciones que detonen la ansiedad y que son frecuentes.
Por eso, una buena manera de cuidar de tu salud mental y, al mismo tiempo, de tu cabello, es pensar en qué está causándote tanto estrés o ansiedad y trabajar en ello. Además, puedes hacer actividades que te permitan distraerte y que sean una oportunidad para compartir contigo misma, por ejemplo: ir al parque, leer, meditar o hacer yoga.
Nuestra recomendación: si sientes que con frecuencia tienes una sensación de estrés o ansiedad que parece no disminuir, una buena opción es buscar ayuda profesional. Así podrás trabajar en tus emociones y cuidar tu cuerpo y tu mente.
Con amor,
Maka.